Escrito el 31/3/2013 (Casa)

y jamás nos sentiremos como en casa, se derribó todo aquello, pronto quedará en polvo, mas nuestros recuerdos y momentos permanecen allí, sin poder morir jamás, en cada espacio que ya no existe, pero que alguna vez existió, tenemos guardados en nuestros corazones muchos años en nuestras vidas, para la mayoría de nosotras toda nuestra vida hasta ahora, etapas importantes, nuestros primeros pasos... nuestras primeras peleas, triunfos y fracasos, así como una infinidad de cosas que no terminaría de contar e este escrito, era una casa sencilla que con los años el deterioro se hacía latente, siendo devorada por las termitas. Muchas mascotas vivieron con nosotros en el paso dle tiempo, la mayoría gatos, la cocolina, el misifú, el fifo, doritos, platón, son los que más, recuerdo¡¡ ahh y la luna, y la estrella¡¡, como olvidarlos..., hasta habían seres vivos que no deseabamos y que teniamos que eliminar, porque a nuestra madre la hacia gritar, subirse a los sillones ya las camas, los famosos ratones, que a veces aparecían, para quizás decirnos que había que salir de ese lugar, que de a poco se llenaba de plagas, como las también famosas baratas, que corrían asustadas cuando íbamos al baño, siendo que yo corría asustada primero... y las moscas que se posaban en nuestra rica comida.... Como olvidar nuestros despertares, y una de las primeras cosas era prender la radio, fm2, play fm, 40 principales, rock and pop, concierto, radio uno, eran las más escuchadas, cada una tenía su preferida, y la mañana no era solo eso, le acompañaba nuestras pequeñas discusiones sobre los quehaceres de la casa y su distribución, de quien hacía el living, el baño, y el tita¡¡ ordena tu pieza¡¡ pasó un huracán, siempre llegábamos a algun acuerdo, pero había una de nosotras que no quedaba muy conforme(casi siempre era yo, la pobre hermana menor jejeje). Y si nos vamos a más años atrás y las salidas al supermercado, puede sonar medio materialista que recuerde esto, pero era una ocasión familiar entretenida, cuando mi madre nos hacía comer chiqutines sin pagar, y nos sentíamos fugitivas dentro del supermercado jejeje, una vez que terminabamos tomábamos un taxi y cada una ayudaba a entrar las cosas, para luego desesperadamente buscar el postre favorito que habíamos elegido, y nuestra mamá nos decía no se lo coman ahora déjenlo para después, pero habíamos esperado todo el camino para ese momento¡¡¡ creo que podría escribir un libro entero contando todas aquellas cosas que vivimos allí, pero este lo llamaría un fragmento de aquello :)