más que palabras

escribo para desahogarme, me relaja, me calma

lunes, 8 de junio de 2020

Historia de un Proceso de Psicoterapia

Derepente la luz de la luna ya no brilla, el bosque se oscurece, escucho los sonidos de los animales, aves, insectos, todo a la vez, derepente todo se queda en silencio y a lo lejos escucho un llanto desgarrador que pide ayuda, cómo no veo, no sé como llegar allí, no tengo muy claro desde que parte o lugar viene, por ende divago y camino un rato, intentando encontrarlo, pero no tengo éxito, mientras seguía buscando me encuentro con alguien que se unió a la búsqueda, mientras caminábamos encontramos una lámpara rota y la arreglamos para poder alumbrar, pero al caminar un rato camino me tropecé y voté la lámpara, y se rompió otra vez, así que quedamos a oscuras de nuevo, todavía escuchábamos el llanto, pero ya no era tan desgarrador, pese a eso seguimos en la búsqueda, y a falta de luz, intentamos caminar lentamente en la oscuridad, paso a paso, escuchamos que ahora la persona que llora, está hablando, no sabemos si está con alguien o está sola, pero ya no llora, mientras seguíamos caminando nos damos cuenta de que los sonidos de los animales, aves e insectos comienzan a volver de a poco. Vemos a lo lejos una luz que pestañea, parece que nos estaba hablando en morse por medio de una linterna, nos empezamos a acercar, y no nos dimos cuenta que habíamos caminado varias horas, por ende la noche ya se estaba haciendo día, pudimos verla, estaba sentada en la corteza de un árbol que estaba caído, nos agradece estar ahí y nos cuenta lo ocurrido "estaba caminando por el bosque cuando de pronto, se cae un árbol, me asusté mucho, porque por un momento pensé que me iba a caer encima, comencé a llorar, porque la bolsa donde traía mi comida había sido aplastada por el árbol, y pensé que me moriría de hambre aquí sola, afortunadamente se acercaron unos animalitos que me hicieron compañía, como ya era de noche, decidí esperar aquí a que se hiciera de día para poder seguir avanzando, sentía que no podía avanzar sola, y aquí estoy cantando una canción para que el tiempo pase más rápido, pensando que me depararía el nuevo día, y que cosas podía hacer, derepente me abrumaron muchos pensamientos, pensé que no lo lograría, pero decidí quedarme sentada en silencio y calmar los pensamientos, tarareando una melodía de una canción que me gustaba de pequeña, y comencé a calmarme, pude situarme en el aquí y el ahora, y eso me permitió calmar la desesperación y el llanto que me abrumó desde la caída del árbol, así que aquí comienza un nuevo camino, la caída del árbol cambia el paisaje, por ende tengo que encontrar un nuevo camino para llegar a casa, así que supongo que no será fácil, pero estar quieta en este lugar, sin poder avanzar, me permitió crear nuevas posibilidades"
Ante esta intensa reflexión y suceso que nos contó, no supimos mucho que decir, nos alegramos de que estuviera bien, y que pudiera dar cuenta con seguridad su retorno a casa.
Así que a pesar de que íbamos con intenciones de ofrecerle ayuda, quedamos anonadados, y fue ella quien nos invitó a caminar un rato con ella, diciéndonos que luego ella tomaría otro camino y que estaría bien.
(e árbol siguió allí, la comida seguía aplastada, eso no cambió, sino que ella pudo hacer algo con eso, se sentó sobre el mismo árbol y desde ahí logró darse cuenta que no valía la pena seguir llorando por la comida derramada, sino que el mismo silencio y tarareo le entregó las respuestas que necesitaba para seguir adelante)