más que palabras

escribo para desahogarme, me relaja, me calma

jueves, 18 de enero de 2018

El antes y el ahora...

Si bien la foto muestra un cambio físico, en el fondo es mucho más profundo que eso, hay tantas cosas diferentes en ambas fotos, que no se ni por donde empezar.
Empecemos por lo visible, en la primera foto tenía unos kilos más (aproximadamente unos 7), una cara de orto y unas ojeras tremendas, el contexto en el que fue sacada esta foto, era estar estudiando algo que no estaba convencida sumado a un ambiente que restó mucho a mi vida... pero que a la vez me enseñó mucho y me mostró ese lado de la vida que no es bonito pero que te hace crecer cuando todo lo vivido tiene sentido después de un tiempo. En ese tiempo mi inseguridad se hacía cada vez más latente,ojo que no culpo solo a los que en ese tiempo me rodeaban, también yo ayudé a que esta inseguridad aumentara, yo hice mi mea culpa, hay cosas que pude haber hecho mejor y no las hice. En ese tiempo yo no disfrutaba lo que hacía, tenía miedos, y no lograba avanzar en esta vida que es tan linda cuando se disfruta con el corazón. En la segunda foto, una foto que me saque hace unos días atrás. en lo visible me encuentro con varios kilos menos, algo que se ha dado por diversos factores, comencé a hacer ejercicio, dejé de comer ciertos alimentos que me hacían mal, hoy mi salud está mucho mejor por eso, y si bien a la gente le cuesta comprender un poco el cambio, hoy me enfermo menos, tengo más energía, menos culpa, este cambio ha traído muchas cosas bonitas a mi vida, el ejercicio me hizo aumentar ese autoestima y seguridad que tan pisoteada había sido por años, desde mi adolescencia, me cansé de siempre ser la sensible, la débil, hoy tengo convicción, seguridad y opinión sobre las cosas que digo y hago, aún falta, pero estoy en un proceso de crecimiento tanto conmigo misma, como hacia los demás. Estoy en una etapa de la vida en que estoy disfrutando cada pequeña cosa, intentando disminuir mi niveles de estrés y ansiedad que tantas veces ganaron la batalla, pero el año que pasó el 2017 la luché y si bien no desaparecen tajantemente, disminuyeron en gran medida, y mi vida, mi cuerpo, y sobre todo mi mente lo saben y así lo han sentido.
Dos simples fotos pueden decir y contar mucho, hoy quería contar y desahogar esto, porque me siento tan plena, que más que arrepentirme de cosas, estoy sanando heridas y entregando perdón a quien quizás sin querer me hizo daño, pero por sobre todo perdonarme a mi misma por estar tantos años viviendo la vida con los ojos cerrados.

jueves, 11 de enero de 2018

Bienvenido 2018

Tan solo han pasado 11 días del 2018, y me siento tan bien, si bien es algo simbólico esto del nuevo año, hay muchas cosas que aprendí vividamente en el 2017, que hacen de este 2018 un enorme desafío. Es realmente bonito recordar de como era hace años atrás y ver lo que soy ahora, y ser capaz de reflexionar sobre mis cambios, caidas, logros, aprendizajes, etc que he pasado, sin duda el año 2017 tuvo un compacto de mucho crecimiento, y más que eso muchas cosas hicieron sentido en mi vida, pude cerrar ciclos que estaban un poco abiertos, pude encontrar un poco de amor propio, encontré mi pasión, retomé algunas cosas, tomé el valor de otras, conocí gente nueva, conocí mis propios límites y hasta donde soy capaz de llegar, entre muchas otras cosas que fueron muy importantes en este proceso de crecimiento que es la vida, estoy dejando atrás a esa tita estresada por la vida, dándole una bienvenida a esa tita que quiere disfrutar y aprender de cada experiencia y vivencia, hasta la más mínima. Sin duda todo esto no lo hubiera hecho sola, y si bien hay mérito propio, no he estado nunca sola en este camino de la vida, espero realmente seguir aprendiendo y tengo esa sed de conocimientos y experiencias de este 2018, quiero seguir superándome, siento que tengo tanto que entregar y tanto que vivir, he estado muchos años viendo quieta la vida pasar, y realmente no quiero que eso siga siendo así.